Unidad 2. Sesión 5. Actividad 2. Análisis y abstracción de Información.

DESERCIÓN ESCOLAR EN EDUCACIÓN BÁSICA NIVEL SECUNDARIA EN MONCLOVA, COAHUILA.

ANTECEDENTES

La deserción en nuestro país afecta principalmente a los estudiantes del nivel secundario y ha sido un tema analizado por. Alarcón (1995) y Fernández y Rosales (1990) quienes desarrollaron una importante primera aproximación en los noventas. Alarcón (1995), se basó en el Censo Nacional de 1993 para realizar un análisis descriptivo y multivariado de la deserción en el México. Usando como variable dependiente la tasa de deserción de los niños entre 6 y 15 años, el autor encuentra que las variables más importantes que explican el problema son: la proporción de personas que viven en áreas rurales, la proporción de niños entre 6 y 12 años que no se encuentran matriculados, la proporción de niños entre 5 y 15 años que no tienen como lengua maternal el español y la proporción de madres que no han completado cierto nivel de educación. Por su parte, Fernández y Rosales (1990) también analizaron de manera descriptiva el problema en cada uno de los 24 departamentos.

A su vez, Jacoby (1994) encuentra que los niños de hogares con menores ingresos, con menos tenencia de activos durables, que tienen hermanos menores y responsabilidades de cuidado sobre ellos presentan una probabilidad mayor de dejar la escuela de manera temprana.

No obstante, como ya se mencionó líneas arriba, el fenómeno de la deserción no se refiere a un evento temporal, como por ejemplo alguna enfermedad, sino más bien a un evento crónico.

Asimismo, Alcázar y Valdivia (2005) sobre la base de un estudio cualitativo encuentran que el 50% de los encuestados, tanto en la Encuesta Nacional de Hogares 2003 como en la encuesta recogida por ellos, toman la decisión de salir de la secundaria por falta de dinero y necesidad de trabajar.

Rodríguez (1999) hace referencia al género del desertor y encuentra que las tasas de asistencia no presentan diferencia alguna, mientras que por área de residencia las brechas se agravan, siendo los más perjudicados los niños que viven en zonas alejadas del plantel educativo. Dichas diferencias son explicadas en parte por la falta de oferta a nivel de secundaria, así como por el incremento del costo de oportunidad de las familias de enviar a sus hijos a la escuela. Asimismo, señala que el atraso se incrementa en grados superiores, en el ámbito rural y en centros educativos de gestión pública. Así pues, ante el aumento del costo de oportunidad de mantener al niño en la escuela y un menor rendimiento, se presenta como opción el retiro parcial o total de parte de los niños, incrementándose la tasa de deserción.

En la década de los noventas, las tasas brutas de matrícula se incrementaron como consecuencia de la universalización de la educación, proceso que comenzó en los ochentas. Asimismo, la mayor estabilidad económica trajo consigo mejoras en los ingresos de los hogares, recuperación del presupuesto público en educación y un shock de oferta caracterizado básicamente por la construcción de numerosas escuelas públicas, factores que ayudaron a la consolidación de la mayor asistencia a las escuelas.

 Aun cuando el rendimiento, el atraso y la deserción son fenómenos estrechamente relacionados, la dinámica de la deserción se encuentra poco estudiada en nuestra región.

Más aún, si se valora el hecho que los alumnos se mantengan en las escuelas, independientemente de su rendimiento, debería tener mayor atención el que algunos niños trunquen su educación en cierto momento de su vida escolar y nunca regresen, que aquellos que la terminan.

La situación se agrava al saber que son los niños que más necesitan de educación los más propensos a dejar la escuela. Es decir, aquellos quienes provienen de familias con una baja productividad, resultado de un bajo nivel educativo, presentan restricciones económicas y crediticias en el presente impidiéndoles mantenerse en la escuela y, como consecuencia, desarrollándose una especie de transmisión intergeneracional de restricciones y exclusión.

BASES TEÓRICAS

La deserción escolar es un problema educativo que limita el desarrollo humano, social y económico de la persona y del país. Tinto (1992) considera la deserción como el abandono de la educación. Zúñiga (2006) la define como la acción de abandonar los estudios en un plantel educativo por cualquier motivo; por otro lado, la Real Academia Española de la lengua (2013) la explica como la acción de separarse o abandonar las obligaciones, refiriéndose a las obligaciones escolares.

En México y en particular la Secretaría de Educación Pública (SEP, 2012) considera la deserción escolar como: el abandono de las actividades escolares antes de terminar algún grado educativo.

Con base en lo investigado y analizado, define la deserción escolar como: la acción de abandonar la escuela, sin haber concluido el grado escolar cursado; este problema se presenta en todos los niveles educativos y es ocasionado por diversos factores intrínsecos (personales) y extrínsecos (familiares, económicos, docentes, sociales, etcétera).

De acuerdo con la SEP (2012), la deserción escolar se origina por diversos parámetros, puede ser voluntaria o forzosa, varía entre niveles educativos; en ese sentido, diversos autores y autoras en sus investigaciones asocian este problema con diferentes factores, destacando los siguientes:

Personales: Choque (2009) y Pardo de Aguirre (1985) coinciden en que uno de los principales problemas que anteceden la deserción es la baja motivación; asimismo, Van (2012) y Navarro (2001) consideran que las personas desertan porque no quieren o no les gusta estudiar; para Álvarez (2009), Balfanz y Mac (2007), Zúñiga (2006) y Espindola y León (2002) la reprobación de asignaturas es uno de los principales factores asociados a la deserción. La SEP (2012) enfatiza que el principal factor es que el discente se convierta en padre o madre.

La Organización de las Naciones Unidas para la Educación y la Cultura (UNESCO, 2010), Valdez, et al. (2008), Goicovic (2002) y Navarro (2001) han destacado que los factores familiares están relacionados con la falta de apoyo familiar para continuar estudiando por parte de padres y madres y otros parientes.

Socioeconómicos: Diversas investigaciones concluyen que, el factor económico derivado de la insuficiencia de ingresos en los hogares, es un factor decisivo para la deserción escolar (Espinoza et al., 2012; Ream y Rumberger, 2008; Ingrum, 2007; Zúñiga, 2006; Molina et al., 2004; Espindola y León, 2002; Rumberger y Thomas, 2000; Janosz et al., 1997; Haveman et al., 1991; Bryk y Thum, 1989 y Rumberger, 1983). Para Valdez, et al. (2008) los factores económicos incluyen la falta de recursos para enfrentar los gastos de la asistencia a la escuela, por lo que se incrementa la necesidad de trabajar y por ende el abandono escolar.

Pedagógicos. Zúñiga (2006) y Gajardo (2004) coinciden que las malas condiciones de trabajo docente, y la enseñanza descontextualizada son factores que influyen de manera significativa en la deserción. Choque (2009) por su parte refiere que la deserción es causada por la escasa capacitación de profesores y profesoras.

Sociodemográficos. Localización y características de la zona de influencia. La información disponible permitió realizar un estudio de alcance nacional, pudiendo desagregar sus resultados por sexo, edad, urbano/rural y, en muchos casos, por edades.

De acuerdo a lo planteado por Aros y Quezada en la investigación "ADOLESCENCIA Y DESERCIÓN ESCOLAR" publicada en la página www.monografias.com en la cual citan a Brunner (1995) según él la deserción escolar, tiene efectos macro y micro. A nivel macro, cada vez que un adolescente deserta el país tiene un desprecio de capital humano y económico, el Estado pierde el 16% del financiamiento público destinado a educación. A nivel micro, la persona pierde una calidad de vida digna y oportunidades de trabajo, mejores remuneraciones entre otras. Por ende, los factores socio-económico influyen en el alza de la tasa de desempleo, generando un incremento de pérdidas económicas al Estado, lo que se ve altamente reflejado en la sociedad.


De acuerdo a la investigación elaborada por Vanegas "La deserción escolar" la familia juega un rol preponderante en el futuro de la inserción del adolescente en la sociedad; por lo tanto, un inadecuado cumplimiento de su rol influirá en la deserción escolar. Entre los factores que inciden tenemos: desintegración familiar: el adolescente vive con familiares o terceros, alejado de sus padres; o pueden vivir sólo con el padre o la madre por el abandono de uno de ellos. Hijos de padres con nivel educativo básico. Muchos padres pretenden que sus hijos sólo tengan su mismo nivel básico (secundaria) para afrontar la vida, teniendo como meta hacerse de alguna carrera técnica o laborar dependiente de alguna fábrica, establecimientos de negocios o simplemente vendedor formal o informal. Composición familiar numerosa. Cuando el número de integrantes de la familia es numeroso, diversos factores incidirán en la insatisfacción de sus necesidades básicas que no obligará a sus integrantes a trabajar y dejar de lado su superación académica. Problemas de salud, discapacidad o muerte. Producidos generalmente por una alimentación inadecuada, viviendas precarias o ubicadas en zonas de alta contaminación, labores nocturnas, consumo de sustancias tóxicas y/o accidentes. Embarazo precoz del adolescente. Tareas del hogar que tienen que cumplir por ausencia de los padres a fin de atenderse y atender a sus familiares menores de edad. Muchas veces, las adolescentes se ven obligadas a cumplir la función de madre sustituta por la ausencia de la madre de familia, sea por muerte, abandono o trabajo. Alcohólicos y/o drogadictos en la familia.

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